Todo lo que motiva a las criaturas vivientes se basa en una debilidad o defecto. El hambre motiva a los animales. Lustmotives animales. El miedo y el dolor motivan a los animales. Un Dios no tendría ninguno de esos impulsos. Los humanos son impulsados a todos nuestras pasiones de animales más cosas que suenan más altas, les gusta la actualización y la creatividad, la libertad y el amor
(Everything that motivates living creatures is based onsome weakness or flaw. Hunger motivates animals. Lustmotivates animals. Fear and pain motivate animals. A Godwould have none of those impulses. Humans are driven byall of our animal passions plus loftier-sounding things likeself-actualization and creativity and freedom and love)
En "Los escombros de Dios: un experimento mental", Scott Adams postula que todas las motivaciones para los seres vivos provienen de debilidades o defectos inherentes. Explica que los impulsos básicos como el hambre, la lujuria, el miedo y el dolor impulsan a los animales. Estos instintos primarios reflejan una falta o un deseo que obliga a las criaturas a actuar. En contraste, un dios estaría más allá de estos impulsos, sin gravamen por tales deficiencias.
Adams amplía aún más esta idea al dirigirse a los humanos, que experimentan una combinación de deseos primitivos junto con aspiraciones más elevadas como la autorrealización, la creatividad y el amor. Esta complejidad ilustra cómo las motivaciones humanas abarcan tanto los instintos animales como las actividades más altas, destacando la dualidad de la experiencia humana.