Pocas personas saben tan claramente lo que quieren. La mayoría de la gente ni siquiera puede pensar qué esperar cuando arrojan un centavo en una fuente. Casi nadie tiene la oportunidad de alterar el curso de los eventos humanos a propósito, exactamente de la misma manera que desean que se altere.
(Few people know so clearly what they want. Most people can't even think what to hope for when they throw a penny in a fountain. Almost no one gets a chance to alter the course of human events on purpose, in the exact same way they wish for it to be altered.)
En el ámbito de las aspiraciones, es raro que las personas posean una visión cristalina de sus deseos. Muchos luchan por definir lo que realmente esperan, a menudo se encuentran sin rumbo sin un objetivo concreto en mente. Esto refleja una experiencia humana más amplia donde la claridad en las intenciones es esquiva, incluso cuando se enfrenta a simples oportunidades de esperanza, como lanzar una moneda en una fuente.
Además, la capacidad de dar forma intencionalmente al curso de la historia es un privilegio de pocas experiencia. La mayoría de las personas carecen de la agencia para influir en eventos significativos en la forma en que imaginan. Este sentimiento subraya los desafíos de dirigir activamente el destino, destacando que si bien los sueños juegan un papel vital en nuestras vidas, convertir esos sueños en realidad a menudo permanece más allá de nuestro alcance.