Según la investigación de Farrell y Kelly en 2002, el gluten está vinculado a las asombrosas cincuenta y cinco enfermedades. Esta amplia gama de problemas de salud incluye afecciones debilitantes como enfermedades cardíacas, diversas formas de cáncer, múltiples trastornos autoinmunes y osteoporosis. Además, los desafíos gastrointestinales como el síndrome del intestino irritable y la enfermedad de la vesícula biliar, así como los trastornos neurológicos, incluida la enfermedad de Parkinson y la esclerosis lateral amiotrófica (ALS), también se asocian con el gluten.
Estos hallazgos se extienden a otras afecciones graves, como las migrañas y la enfermedad de Hashimoto, lo que representa un porcentaje significativo de disfunciones tiroideas. Sorprendentemente, el gluten también está implicado en el autismo, destacando su impacto potencial en la salud del cerebro. Esta descripción general integral subraya la importancia de comprender el papel del gluten en diversos problemas de salud, lo que sugiere que muchas enfermedades crónicas y degenerativas pueden compartir este desencadenante dietético común.
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