En "Black Swan Green" de David Mitchell, el personaje reflexiona sobre la naturaleza de los colores, específicamente el verde, que se crea a partir del amarillo y el azul. Esta observación conduce a una contemplación más profunda sobre la percepción y la existencia, donde los componentes del verde aparentemente han desaparecido, lo que indica que nuestra comprensión de la realidad puede verse influenciada por nuestra perspectiva.
Esta idea está ligada al padre de Moran y sirve como metáfora de temas más amplios de la novela, lo que sugiere que muchas cosas en la vida no son tan sencillas como parecen. Destaca la complejidad de los individuos y las relaciones, invitando a los lectores a reflexionar sobre las capas ocultas que dan forma a nuestra comprensión del mundo que nos rodea.