En "Frost Wolf" de Kathryn Lasky, Gwynneth visita una fragua, donde se involucra con el oficio de metalwork. Este entorno no solo destaca su ingenio sino también su deseo de aprender y crecer, lo que refleja su dedicación para dominar sus habilidades. La fragua representa un lugar de creación y transformación, reflejando el propio viaje de desarrollo personal de Gwynneth. A lo largo de sus experiencias, Gwynneth encuentra desafíos que prueban su resistencia y dan forma a su personaje. Su visita a la fragua simboliza un momento fundamental, mientras aprende lecciones valiosas del proceso de forjar metal, en paralelo sus propias luchas y crecimiento mientras navega por su mundo. Este viaje enfatiza la importancia de la perseverancia y la adaptación frente a la adversidad.