No podía hacerles entender que era una vieja y amañazada y vieja de veintiocho, que pertenecía a otra generación, otra época, otro mundo, que pasándolo bien aburrido y no valía la pena el esfuerzo, y que también lo aburrieron. No pudo hacerlos callarlos; Eran peores que las mujeres. No tenían el cerebro suficiente para ser introvertidos y reprimidos.
(He could not make them understand that he was a crotchety old fogey of twenty-eight, that he belonged to another generation, another era, another world, that having a good time bored him and was not worth the effort, and that they bored him, too. He could not make them shut up; they were worse than women. They had not brains enough to be introverted and repressed.)
En la cita de "Catch-22" de Joseph Heller, el personaje expresa sentimientos de desconexión y frustración con las personas más jóvenes. Se ve a sí mismo como un individuo anticuado, a pesar de tener solo veintiocho años, y se siente abrumado por su exuberancia y falta de profundidad. Lucha por comunicar su desinterés en su idea de divertirse, lo que le parece agotador e inútil.
Además, el personaje está preocupado por la idea de que la generación más joven carece de la introspección que valora. Su constante charla y su naturaleza despreocupada lo irritan, reforzando su creencia de que no comprenden las complejidades de la vida o la necesidad de la introspección. Este sentido de alienación destaca una división generacional donde siente que pertenece a un mundo que aprecia el significado más profundo sobre el entretenimiento superficial.