En "The Variable Man" de Philip K. Dick, un personaje central posee la capacidad única de reparar y alterar no solo objetos físicos sino también el curso de la vida de las personas. Su talento para fijar relojes, refrigeradores y otras máquinas refleja una capacidad más profunda para influir en los destinos, lo que sugiere que el control sobre la tecnología también se extiende al control sobre el destino mismo. Esta habilidad lo posiciona como una figura fundamental en una narrativa compleja sobre la interacción entre la agencia humana y los caminos predeterminados.
La cita destaca el tema de la historia, que gira en torno a las intrincadas relaciones entre las elecciones humanas y los avances tecnológicos. A medida que el protagonista navega por un mundo impulsado por maquinaria y procesos predeterminados, su habilidad simboliza la esperanza y el potencial de cambio. En última instancia, Dick explora las profundas preguntas de existencia, identidad y libre albedrío a través de la lente de un personaje que puede reparar no solo el material sino también los hilos metafísicos de la vida.