El extracto plantea preguntas sobre las capacidades físicas de una mujer muy delgada para cumplir con los roles tradicionales que a menudo se esperan de las mujeres, como llevar a los niños y realizar tareas domésticas. Sugiere que un físico delgado puede obstaculizar la capacidad de uno para manejar los deberes exigentes de la vida diaria, particularmente en un entorno rural o orientado a la comunidad donde se valoran la fuerza y la resistencia. El peso y la presencia que poseen las mujeres tradicionales parecen esenciales para tales tareas de mano de obra intensiva.
Además, el pasaje toca la dinámica social de la comodidad e intimidad entre hombres y mujeres. Argumenta que una mujer más delgada podría ser vista como inadecuada para proporcionar no solo apoyo físico en las actividades sino también la comodidad emocional. Una mujer más tradicionalmente construida ofrece una sensación de seguridad y suavidad, similar a una almohada, lo que podría ser un aspecto importante para la compañía. Por lo tanto, el texto examina las expectativas sociales en torno a los tipos de cuerpo y sus implicaciones para los roles de género.