El texto se refleja en las complejas emociones vinculadas a dejar la patria y el impacto que tiene en la identidad y la pertenencia. Discute las opiniones de varias figuras literarias como Joseph Brodsky, Nabokov y Conrad, que preferían permanecer alejados de sus países en busca de consuelo. Se enfrentaron a la desgarradora realidad de que regresar significaba confrontar la pérdida y el cambio, ya que los recuerdos y lugares apreciados a menudo se desvanecen. Esto ilustra el profundo sentido de desconexión que viene con la emigración.
Por el contrario, voces como Dmitri Shostakovich y Boris Pasternak defienden la importancia de mantenerse conectado con las raíces de uno. Advierten que salir puede cortar conexiones vitales, lo que hace que una persona sea tan sin vida como un tronco de árbol hueco. Esto crea un dilema para las personas divididas entre el deseo de irse debido a diversas presiones y la incapacidad de volver a lo que alguna vez sabían y amaban. El autor Hisham Matar encapsula esta lucha, cuestionando lo que se debe hacer cuando se ir y regresan están llenos de dolor.