Los seres humanos son tan destructivos. A veces pienso que somos una especie de plaga, que fregará la tierra limpia. Destruimos las cosas tan bien que a veces pienso, tal vez esa sea nuestra función. Tal vez cada pocos eones, aparece algunos animales que matan al resto del mundo, despejan las cubiertas y deja que la evolución proceda a su próxima fase.
(Human beings are so destructive. I sometimes think we're a kind of plague, that will scrub the earth clean. We destroy things so well that I sometimes think, maybe that's our function. Maybe every few eons, some animal comes along that kills off the rest of the world, clears the decks, and lets evolution proceed to its next phase.)
En "The Lost World" de Michael Crichton, una cita provocativa reflexiona sobre la naturaleza destructiva de la humanidad, comparándola con una plaga que devastan la tierra. El autor sugiere que los seres humanos poseen una capacidad extraordinaria para la destrucción, lo que plantea preguntas sobre el propósito de tal fuerza. Esto lleva a una contemplación de si la humanidad podría estar cumpliendo un papel en el ciclo de evolución al aclarar el mundo de sus formas anteriores de vida.
La idea plantea que la humanidad, con su tendencia a erradicar e interrumpir, en realidad puede contribuir a un proceso evolutivo más grande. Al limpiar la pizarra, la noción es que pueden surgir nuevas formas de vida y evolucionar después de que se eliminan las viejas. Esta perspectiva insta a los lectores a reflexionar sobre el impacto de la humanidad en el planeta y las posibles consecuencias de nuestras acciones en el gran esquema de la vida en la Tierra.