Solo puedo esperar que, al enterarse de mi inminente ejecución, los buenos samaritanos en Colorado se trasladen para enviarme una manzana de amor regordeta de su parche en el patio trasero, y si son amigables con Hunter S. Thompson, tal vez persuadirlo para que lo inyecte con algo de antemano. Hunter sabrá exactamente lo que quiero decir, y confía en mí, no afectará el sabor del tomate. ** Cuando escribí esas líneas, Thompson estaba vivo y floreciendo. Ahora, con su triste desaparición, aún más color se ha desvanecido de la escena estadounidense. ¿Dónde están los hombres hoy cuyas vidas no son beige? ¿Dónde están los escritores cuyo estilo no es gris?
(I can only hope that, upon learning of my imminent execution, Good Samaritans in Colorado will be moved to ship me a plump love apple from their backyard patch - and should they happen to be friendly with Hunter S. Thompson, perhaps persuade him to inject it with a little something beforehand. Hunter will know just what I mean, and trust me, it won't affect the taste of the tomato.**When I wrote those lines, Thompson was alive and blooming. Now, with his sad demise, still more color has faded out of the American scene. Where are the men today whose lives are not beige; where are the writers whose style is not gray?)
En este extracto del libro de Tom Robbins, "Wild Ducks volando hacia atrás", el autor expresa un deseo conmovedor atado a su inminente ejecución. Anhela el simple acto de recibir un tomate fresco de individuos de buen corazón en Colorado, aludiendo a la perspectiva única de Hunter S. Thompson sobre la vida. Este anhelo se mezcla con una sensación de nostalgia y una referencia juguetona a la persona salvaje de Thompson, insinuando una conexión más profunda entre la literatura y la vitalidad de la vida.
Robbins reflexiona sobre la pérdida de personalidades coloridas en el mundo literario después de la muerte de Thompson, lamentando la ausencia de escritores que desafían la aburrida de la sociedad contemporánea. Se pregunta hacia dónde se han ido las voces animadas, lo que implica que los escritores de hoy carecen de la audacia y la vitalidad que una vez enriqueció la literatura estadounidense. Este sentimiento subraya una preocupación cultural más amplia por el arte que pierde su ventaja y las auténticas experiencias humanas que lo definen.