La cita destaca la preocupación del autor con respecto a la responsabilidad de las principales instituciones financieras como Goldman Sachs después de la crisis financiera. Si bien la empresa era central en la crisis, solo un empleado menor enfrentó cargos penales, planteando preguntas sobre la justicia y la responsabilidad. Sugiere una disparidad en quién es penalizado por mala conducta dentro de grandes organizaciones.
La observación del autor también apunta a un aspecto alarmante de las prácticas regulatorias, donde el enfoque parece estar en proteger la información patentada sobre el enjuiciamiento de fechorías financieras graves. La idea de que la manipulación del mercado podría surgir de las acciones de un solo individuo enfatiza los peligros potenciales planteados por las poderosas entidades en el sector financiero, lo que genera preocupaciones sobre la equidad y la ética en los mercados financieros.
.