En el libro de Joseph Heller "Algo sucedió", el protagonista expresa una sensación recurrente de ser explotado en el trabajo. Este sentimiento surge de la expectativa de que debe completar tareas para las cuales es compensado, destacando una desconexión entre sus responsabilidades y su respuesta emocional. La cita refleja la frustración con la noción de que se considera que hacer el trabajo de uno se aprovecha.
Esta perspectiva plantea preguntas importantes sobre la dinámica del lugar de trabajo y la naturaleza de las obligaciones profesionales. Sugiere que puede haber un costo psicológico asociado con la satisfacción de los deberes esperados, lo que lleva a sentimientos de resentimiento en lugar de satisfacción. La exploración de Heller de estos temas encapsula las complejidades de la vida laboral moderna y la lucha entre el cumplimiento personal y el deber profesional.