La cita enfatiza la profunda relación entre el silencio y la música, lo que sugiere que el silencio puede transmitir el significado tal como lo hace el sonido. Implica que incluso en momentos tranquilos, puede haber un significado o mensaje subyacente que resuene con nosotros. La esencia de la música no se toca únicamente en las notas, sino también en los espacios entre ellos.
Esta idea alienta a los oyentes a ser conscientes de lo que no se dice o no se reproduce, reconociendo que el silencio es una parte integral de la experiencia musical. Desafía la noción de que la ausencia equivale a la falta de presencia, lo que sugiere que el silencio puede conducir a una comprensión y una apreciación más profunda tanto en la música como en la vida.
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