No me entrometiré con eso. Hace que un hombre sea un cobarde: un hombre no puede robar pero lo acusa; Un hombre no puede jurar pero lo verifica; Un hombre no puede mentir con la esposa de su vecino, pero lo detecta. Es un espíritu sonrojo y vergonzoso que empuja en el seno de un hombre. Llena a un hombre lleno de obstáculos. Una vez me hizo restaurar un bolso de oro que por casualidad encontré. Morde a cualquier hombre que lo guarde. Se produjo de los pueblos y las ciudades por algo peligroso, y cada hombre que significa vivir bien esforzados por confiar para sí mismo y vivir sin él.
(I'll not meddle with it. It makes a man a coward: a man cannot steal but it accuseth him; a man cannot swear but it checks him; a man cannot lie with his neighbor's wife but it detects him. 'Tis a blushing, shamefaced spirit that mutinies in a man's bosom. It fills a man full of obstacles. It made me once restore a purse of gold that by chance I found. It beggars any man that keeps it. It is turned out of towns and cities for a dangerous thing, and every man that means to live well endeavors to trust to himself and live without it.)
El orador reflexiona sobre los efectos perjudiciales de la culpa, destacando cómo socava la integridad y el coraje de una persona. La culpa actúa como una brújula moral, haciendo que un hombre se sienta acusado por irregularidades, ya sea que implique robo, mentira o infidelidad. Emerge como una fuerza vergonzosa que interrumpe la paz interior y crea barreras en la vida, lo que sugiere que quienes lo albergan sufren mucho.
El orador comparte una anécdota personal sobre ser obligada por la culpa a devolver el dinero encontrado, ilustrando su poder para influir en el comportamiento. La culpa es retratada como un paria social, una que las personas se esfuerzan por evitar si desean llevar una vida virtuosa. De esta manera, el orador aboga por una vida libre de las cargas de la culpa, promoviendo la autosuficiencia y la responsabilidad personal.