Tengo frío ", dijo Snowden suavemente:" Tengo frío ". Vas a estar bien, niño", Yossarian le aseguró una sonrisa. "Vas a estar bien". Tengo frío ", dijo Snowden nuevamente con una voz frágil e infantil. "Tengo frío". Allí, allí ", dijo Yossarian, porque no sabía qué más decir. 'Ahí, allí' '. Tengo frío', gimió Snowden. 'Tengo frío' '. Allí, ahí. Ahí allí.
(I'm cold,' Snowden said softly, 'I'm cold.''You're going to be all right, kid,' Yossarian reassured him with a grin. 'You're going to be all right.''I'm cold,' Snowden said again in a frail, childlike voice. 'I'm cold.''There, there,' Yossarian said, because he did not know what else to say. 'There, there.''I'm cold,' Snowden whimpered. 'I'm cold.''There, there. There, there.)
El intercambio entre Snowden y Yossarian en "Catch-22" destaca la vulnerabilidad y la fragilidad de las emociones humanas en circunstancias terribles. La súplica repetida e infantil de Snowden de estar en frío significa no solo una sensación física sino una sensación más profunda de miedo e impotencia. Las garantías de Yossarian, aunque bien intencionadas, revelan su propia incertidumbre mientras lucha por consolar al joven herido, encarnando la confusión y el absurdo de su situación.
Este momento conmovedor subraya los temas de los efectos deshumanizantes de la guerra y las respuestas a menudo inadecuadas al sufrimiento individual. Las simples frases de Yossarian, "allí, allí", reflejan un intento inútil de aliviar el dolor de Snowden, mostrando las dificultades para enfrentar los horrores de la batalla. La repetición de "I'm Cold" sirve como un recordatorio inquietante de la vulnerabilidad en un mundo donde la compasión puede sentirse insuficiente.