En el libro de Philip K. Dick "Elige", el autor reflexiona sobre el profundo impacto de las palabras en la experiencia humana. Sugiere que para cada individuo, hay una oración o frase específica que puede conducir a su caída, destacando la vulnerabilidad de los seres humanos al peso de las palabras. Esta realización es parte de la comprensión de la fragilidad de la identidad personal y la autoestima, ya que las declaraciones negativas pueden afectar profundamente la psique de un individuo.
Por el contrario, Dick presenta la idea de que también hay una oración curativa, palabras que pueden elevar y reparar el espíritu de una persona. Sin embargo, señala que, si bien las palabras destructivas están casi garantizadas, las palabras curativas pueden ser difícil de alcanzar y requieren que se encuentre suerte. Esta dualidad enfatiza el poder del lenguaje, donde la misma herramienta puede dañar y sanar a un individuo, mostrando la importancia de ser consciente de las palabras que hablamos y los pensamientos que fomentamos.