En su libro "The Soul of a New Machine", Tracy Kidder contrasta las estrategias de marketing de las empresas mainframe como IBM con las de las empresas de microcomputadoras. Las compañías de mainframe invirtieron significativamente en relaciones y servicios de clientes, priorizando las necesidades de los usuarios finales sobre los intermediarios. Este enfoque enfatizó la importancia de los buenos modales y el compromiso respetuoso, lo que refleja una comprensión más profunda de su base de clientes.
Por el contrario, las compañías de microcomputadoras adoptaron una postura más agresiva, tratando sus equipos como el maíz de los productos básicos y centrándose principalmente en la eficiencia de la producción. Su competencia se basó en las ventas de volumen en lugar del servicio al cliente, lo que dio forma a una dinámica de mercado diferente que priorizó el marketing agresivo sobre el enfoque cortés favorecido por las compañías de mainframe.