Si Dios terminara la historia y reinara para siempre en un cielo lejano, la tierra sería recordada como un cementerio de pecado y fracaso. En cambio, la Tierra será redimida y resucitará. Al final será un mundo mucho mayor, incluso por haber pasado por los dolores de nacimiento del sufrimiento y el pecado, incluso el pecado. La nueva Tierra justificará el desastre de la antigua tierra, se volverá a salir, poniéndola en perspectiva. Preservará y perpetuará el diseño y el patrimonio originales de la Tierra.
(If God were to end history and reign forever in a distant Heaven, Earth would be remembered as a graveyard of sin and failure. Instead, Earth will be redeemed and resurrected. In the end it will be a far greater world, even for having gone through the birth pains of suffering and sin-yes, even sin. The New Earth will justify the old Earth's disaster, make good out of it, putting it in perspective. It will preserve and perpetuate Earth's original design and heritage.)
El libro de Randy Alcorn "Heaven" presenta una visión de la redención final de la Tierra en lugar de su mero final. Sugiere que si Dios concluyera la historia y existiera únicamente en un cielo remoto, nuestro mundo se vería solo como un lugar de pecado y fracaso. Sin embargo, Alcorn enfatiza que la Tierra sufrirá una resurrección transformadora, emergiendo como un reino ampliamente mejorado con forma de desafiante pasado. Este proceso transformador revela que el sufrimiento y el pecado, aunque trágico, juegan un papel crucial en la gran narración de la existencia.
La nueva Tierra no solo justificará las pruebas del Viejo Mundo, sino que también destacará la belleza inherente de su diseño original. El mensaje de Alcorn asegura a los creyentes que las luchas de la vida no son en vano; En cambio, conducirán a un futuro lleno de esperanza y significado. La gracia experimentada en la nueva tierra pondrá los fracasos de la antigua tierra en una perspectiva redentora, afirmando que cada experiencia contribuye a la majestuosa restauración de la creación.