En el libro "La mujer que caminó bajo sol" por Alexander McCall Smith, el protagonista reflexiona sobre el concepto de autodefensa y el instinto natural de protegerse cuando está amenazado. Ella cree que si alguien la atacara, tendría todo el derecho de responder asertivamente, incluso considerando que alguien como Nelson Mandela, conocido por su amabilidad, habría entendido esta perspectiva.
Este pensamiento subraya un tema más amplio de la narrativa, destacando la necesidad de defenderse ante la agresión. Ilustra el equilibrio entre la gentileza y la necesidad de fortaleza cuando la seguridad de uno está en riesgo, lo que sugiere que incluso las personas más compasivas reconocen la importancia de la autoconservación.