En el libro de Randy Alcorn "Heaven", enfatiza que muchos cristianos que impactaron significativamente al mundo a menudo se centraron en la vida que venía en lugar de únicamente en asuntos terrenales. Esta perspectiva alienta a los creyentes a mirar más allá de sus circunstancias inmediatas y considerar las implicaciones eternas de sus acciones. Al reflexionar sobre la próxima vida, se inspiran para hacer contribuciones significativas en el presente.
Alcorn sugiere que este doble enfoque fomenta un sentido de propósito y compromiso entre los cristianos. Al priorizar el crecimiento espiritual y la promesa del cielo, pueden navegar desafíos mundanos con esperanza y resistencia, mejorando en última instancia su capacidad para servir a los demás y crear un cambio positivo en la sociedad.