¿Es esto lo que pasó con los dinosaurios? ¿Es esta la verdadera causa de su desaparición? Puede que nunca lo sepamos. Pero no es accidente que los seres humanos estén tan interesados en la extinción de dinosaurios. La disminución de los dinosaurios permitió que los mamíferos, incluidos los Estados Unidos, florecieran. Y eso nos lleva a preguntarnos si la desaparición del dinosaurio será repetida, tarde o temprano, también. Ya sea en el nivel más profundo, la falla no se encuentra en el destino ciego, en algún meteorito ardiente de los cielos, sino en nuestro propio comportamiento.
(Is this what happened to the dinosaurs? Is this the true cause of their disappearance? We may never know. But it is no accident that human beings are so interested in dinosaur extinction. The decline of the dinosaurs allowed mammals - including us - to flourish. And that leads us to wonder whether the disappearance of the dinosaur is going to be repeated, sooner or later, by us as well. Whether at the deepest level the fault lies not in blind fate - in some fiery meteor from the skies - but in our own behavior.)
El misterio que rodea la extinción de los dinosaurios continúa fascinando a los humanos, ya que permitió el surgimiento de mamíferos, incluida nuestra propia especie. El interés en este evento catastrófico refleja preocupaciones más profundas sobre nuestro propio futuro. ¿Estamos en riesgo de enfrentar un destino similar, impulsado no por eventos cósmicos aleatorios, sino por nuestras propias acciones y comportamientos?
Esta contemplación provoca una pregunta profunda sobre la relación entre las especies y sus entornos. La extinción de los dinosaurios sirve como un recordatorio de que nuestra supervivencia está entrelazada con la salud de nuestro planeta, lo que nos insta a considerar las consecuencias de nuestras acciones antes de que nosotros también enfrentemos la extinción.