él. Pero cuando se le quitan las palabras de un hombre y se envenenan, es lo mismo que envenenar al hombre. No podía hablar, ya que su propia lengua sería una falta. Las palabras fueron su totalidad. Sentí que había presenciado un asesinato, justo cuando había visto a su amigo asesinado en México. Solo esta vez dejaron el cuerpo viviendo.
(it. But when a man's words are taken from him and poisoned, it's the same as poisoning the man. He could not speak, for how his own tongue would be fouled. Words were his all. I felt I'd witnessed a murder, just as he'd seen his friend murdered in Mexico. Only this time they left the body living.)
La cita se refleja en el profundo impacto del lenguaje y la expresión en la identidad de una persona. Hace hincapié en que cuando las palabras de un hombre están distorsionadas o quitadas, es similar a destruir su esencia. Las palabras son esenciales para su ser, y sin ellas, se siente incapaz de comunicarse o abogar por sí mismo, lo que crea una forma de sufrimiento similar a la violencia física.
Esta noción resuena profundamente con la representación del autor de la conexión entre el lenguaje y la integridad personal. El orador equipara el silenciamiento de la voz de uno para presenciar un asesinato, destacando la violencia emocional infligida cuando la capacidad de una persona para expresarse se ve comprometida. Esto revela la importancia de las palabras en la configuración de las relaciones y la realidad.