En su novela "The Lacuna", Barbara Kingsolver ilustra cómo los recuerdos pueden ser complejos y multifacéticos. En lugar de desvanecerse y volverse más gentil con el tiempo, ciertos recuerdos pueden volverse más agudos y dolorosos, similar a los bordes de un cuchillo. Esta perspectiva destaca la naturaleza duradera de algunas experiencias pasadas, lo que sugiere que el tiempo no siempre cura todas las heridas.
La información deKingsolver alienta a los lectores a reflexionar sobre sus propios recuerdos y cómo afectan sus vidas actuales. La idea de que los recuerdos pueden retener su intensidad o incluso ser más aguda enfatiza la intrincada relación entre el pasado y el estado emocional, recordándonos que algunas experiencias permanecen mucho después de que ocurran.