En la cita de "The Handbook" de Epictetus, enfatiza la importancia de mantener la perspectiva de las dificultades de la vida. Sugiere que a menudo reaccionamos de manera diferente a las desgracias de otros en comparación con las nuestras. Por ejemplo, cuando se pierden las posesiones o seres queridos de otra persona, tendemos a racionalizar estos eventos como parte de la vida. Esto refleja nuestra comprensión de que el sufrimiento y la pérdida son experiencias universales.
Epictetus nos anima a aplicar la misma comprensión a nuestras propias situaciones. Cuando nos enfrentamos a la tragedia personal, a menudo nos centramos en nuestro sufrimiento en lugar de reconocerlo como una experiencia humana compartida. Al recordar cómo respondemos a las desgracias de los demás, podemos cultivar la aceptación y la resiliencia, lo que finalmente conduce a un estado emocional más equilibrado ante nuestros propios desafíos.