Es divertido. Una vez conocí a un hombre que hizo mucha escalada. Le pregunté cuál era más difícil, ascendente o descendente. Dijo sin duda descendiendo, porque ascendiendo estabas tan concentrado en llegar a la cima, evitaste errores.
(It's funny. I met a man once who did a lot of mountain climbing. I asked him which was harder, ascending or descending? He said without a doubt descending, because ascending you were so focused on reaching the top, you avoided mistakes.)
Un hombre que disfrutaba de la escalada una vez reflexionó sobre sus experiencias, señalando que descubrió que descendiendo era más difícil que ascender. Mientras subía, explicó que el objetivo de llegar a la cumbre lo mantuvo enfocado y alerta, minimizando las posibilidades de cometer errores. El desafío de ascender está impulsado por la motivación para alcanzar la parte superior, lo que ayuda a mantener la concentración.
Por otro lado, descender presenta sus propios desafíos. El escalador a menudo está menos vigilante una vez que el objetivo está a la vista, lo que hace que sea más fácil visitar. Esta idea destaca la importancia de mantener el enfoque y la conciencia, independientemente de la fase del viaje, ya que el descenso puede ser tan peligroso como el ascenso.