En "La mujer que caminó en sol" por Alexander McCall Smith, el concepto de "cara" juega un papel importante en las interacciones interpersonales. El protagonista se da cuenta de que mantener la dignidad y el respeto en situaciones sociales es esencial. Enfatiza la importancia de permitir que otros salven la cara para preservar la armonía en las relaciones.
Esta idea subraya la necesidad de comprender los matices culturales y el impacto de las acciones de uno en la reputación de los demás. La narración explora cómo esta conciencia influye en las decisiones y el comportamiento, finalmente dando forma a la dinámica entre los personajes.