En "El alma de una nueva máquina", Tracy Kidder describe una era en la que las computadoras todavía eran relativamente nuevas y a menudo propiedad de instituciones como universidades. Una de esas computadora, una máquina IBM considerada obsoleta según los estándares actuales, se mantuvo bajo un estricto control de acceso. Solo se permitió a los profesionales capacitados ingresar a su habitación designada durante el día, enfatizando el cuidado y la reverencia que rodea la tecnología informática de esa época.
Sin embargo, Alsing descubrió que los estudiantes podían acceder a la máquina por la noche, lo que lo llevó a aprovechar la oportunidad de explorar la programación durante esas horas. Se identificó como un "programador de medianoche", mostrando su pasión por la tecnología y la innovación, incluso cuando se abstuvo del alcohol y las drogas, priorizando su compromiso creativo con la computadora.