Tita reflexiona sobre la profunda conexión entre los olores y la memoria, destacando cómo los aromas pueden transportar a las personas a las experiencias pasadas. La esencia de ciertos aromas es lo suficientemente poderoso como para evocar no solo recuerdos sino también los sonidos y los sentimientos asociados con ellos, lo que hace que el pasado cobre vida de una manera única.
En "Like Water for Chocolate", esta idea enfatiza el impacto emocional de los alimentos y su preparación, ya que las experiencias de Tita en la cocina están entrelazadas con sus recuerdos y sensaciones. La novela ilustra cómo el acto de cocinar puede servir como un puente a la herencia e historia personal, subrayando la importancia de las experiencias sensoriales en la configuración de la identidad.