La decisión de los líderes del sur de comprometerse con la secesión estaba llena de pasos en falso tácticos. Inicialmente visto como un medio para proteger su forma de vida, el movimiento se intensificó hasta un punto en el que fue respaldado por la violencia, culminando en un error fundamental. Una vez que cortaron los lazos con Washington, el Sur renunció al control sobre los eventos de desarrollo, que finalmente darían forma a su destino.
Este cambio permitió que sus adversarios tomaran la delantera en el conflicto, tomando la iniciativa que el Sur se había rendido. La situación de desarrollo en Washington jugaría un papel fundamental en la determinación del resultado de la Guerra Civil, dejando la Confederación en una desventaja significativa cuando se encontraron en la defensiva.