Lucas a menudo se sentía abrumado por los debates que lo rodeaban, sintiendo que las discusiones eran más aburridas que interesantes. Su respuesta a los argumentos fue un fuerte deseo de escapar de la tensión y simplemente relajarse, lo que indica un sentimiento de indiferencia hacia las cuestiones que se plantean.
Esta reacción ilustra el enfoque de Lucas ante el conflicto y el desacuerdo, optando por el descanso y el retraimiento en lugar de la participación activa. Destaca su personalidad, revela un carácter que prefiere la serenidad a la confrontación y sugiere un comentario más profundo sobre la naturaleza de los debates y cómo pueden conducir al cansancio.