Muchos años más tarde, el ala derecha continuó criticando a Sagan mucho después de que el hombre estuvo muerto, mientras que el ataque de Seitz al invierno nuclear fue repitido por Rush Limbaugh en la década de 1990 y por el novelista Michael Crichton en el 2000s.110 ¿Qué estaba pasando? La respuesta es que el giro de derecha contra la ciencia había comenzado.
(Many years later, the right wing continued to lambast Sagan well after the man was dead, while Seitz's attack on nuclear winter was reprised by Rush Limbaugh in the 1990s and by novelist Michael Crichton in the 2000s.110 What was going on? The answer is that the right-wing turn against science had begun.)
Incluso años después del fallecimiento de Carl Sagan, los críticos del ala derecha lo atacaron persistentemente, demostrando una tendencia preocupante. Esta crítica en curso incluyó un resurgimiento de los ataques contra el concepto de invierno nuclear, inicialmente presentado por el físico Richard Seitz, con figuras notables como Rush Limbaugh y el autor Michael Crichton haciendo eco de estos sentimientos en los años 90 y 2000, respectivamente.
Esto refleja un fenómeno más amplio: un cambio marcado entre los conservadores contra el consenso científico. Los "comerciantes de duda" de Naomi Oreskes destacan cómo ciertos científicos y figuras públicas influyentes tergiversaron hallazgos científicos para socavar cuestiones urgentes, como el cambio climático y los riesgos para la salud relacionados con el tabaco, revelando una agenda preocupante basada en el escepticismo hacia la ciencia.