melanina es el pigmento responsable de los diversos colores de la piel humana, que puede variar desde negro, marrón, rojo, amarillo, contrastante con la noción de piel blanca como estándar. En esencia, las personas de color representan el espectro natural de la pigmentación humana. El autor enfatiza que la melanina es fundamental para comprender la identidad y la dinámica racial dentro de la familia humana.
Welsing desafía la percepción de la blancura y sugiere que aquellos que se identifican como no blancos podrían no estar de acuerdo con sus puntos de vista sobre el rechazo de su propio color de la piel. Ella cita la creciente popularidad de los salones de bronceado como evidencia de que muchos desean tonos de piel más oscuros, lo que indica un comentario subyacente sobre los estándares de belleza y la autoaceptación. La discusión alienta a los lectores a reflexionar sobre las implicaciones sociales de la melanina y el color de la piel.