Michael Flynn estaba tan enojado que casi estaba escupiendo sus palabras por teléfono. Más de seis pies de altura y con una construcción pesada, era un hombre grande y, como todos en la habitación sabían, era más que capaz de una gran violencia. Les estaba pagando por su experiencia, en la que actualmente parecían faltar. De hecho, estaban irritando al culo con su estupidez.
(Michael Flynn was so angry he was almost spitting his words down the phone. Over six feet tall and with a heavy build he was a big man and, as everyone in the room knew, he was more than capable of great violence. He was paying them for their expertise, which they currently seemed to be lacking in. In fact, they were irritating the arse off him with their stupidity.)
Michael Flynn fue enfurecido durante una conversación telefónica, expresando su frustración con la ira palpable. De pie de más de seis pies de altura y poseía un físico robusto, tenía la reputación de ser capaz de una violencia significativa, que se sumó a la tensión en la habitación. Su irritación fue dirigida a aquellos que había contratado para su experiencia, quienes, en su opinión, no estaban entregando y en su lugar demostrando incompetencia.
La situación destacó la baja tolerancia de Flynn por lo que él percibía como estupidez, aumentando aún más su ira. Sintió que su inversión en sus habilidades estaba produciendo resultados insatisfactorios, y este descontento estaba afectando visiblemente su comportamiento. El ambiente se cargó, ya que todos los presentes reconocieron las posibles consecuencias de provocar a alguien como Flynn.