En el libro de William S. Burroughs "Almuerzo desnudo", presenta una perspectiva controvertida y provocativa sobre figuras e ideologías históricas. Burroughs desafía las narrativas y preguntas convencionales y preguntas ampliamente aceptadas, lo que sugiere que algunas figuras, como Mahoma, pueden haber sido fabricadas o exageradas para fines comerciales o políticos. Esto refleja sus críticas más grandes de la sociedad, el poder y las construcciones culturales.
La cita destaca el enfoque irreverente de Burroughs para la religión y la historia, lo que lleva a los lectores a reconsiderar los orígenes de los líderes influyentes. Al implicar que Mohammed fue inventado por la Cámara de Comercio de Mecca, Burroughs subraya el tema de la explotación y la comercialización en asuntos espirituales, instando a un examen más profundo de cómo se crean y perpetúan los mitos.
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