Nunca es cierto», diría el viejo Ben. 'Útil... ahora, hay algo. Tu mente podría establecer una conexión que sea útil. Pero la verdad es otra cuestión. Verdadero implica que has encontrado una conexión que existe independientemente de tu percepción de ella, que existiría tanto si la notaste como si no. Y debo decir que nunca en mi vida había visto tal conexión. Hay momentos en los que sospecho que no existen tales conexiones, que todos los vínculos, vínculos, vínculos y similitudes son creaciones del pensamiento y no tienen sustancia.
(Never true,' Old Ben would say. 'Useful- now, there's something. Your mind might make a connection that is useful. But true is another matter. True implies that you have found a connection that exists independent of your apprehension of it, that would exist whether you noticed it or not. And I must say that I have never seen such a connection in my life. There are times when I suspect there are no such connections, that all links, bonds, ties, and similarities are creations of thought and have no substance.)
En el discurso sobre verdad versus utilidad, el viejo Ben enfatiza la distinción entre lo que se percibe como "verdadero" y lo que es meramente "útil". Sostiene que, si bien nuestras mentes pueden crear conexiones significativas, es posible que estas relaciones no reflejen una realidad subyacente. Más bien, podrían ser simplemente construcciones de nuestros pensamientos, carentes de existencia independiente. Esta perspectiva desafía la noción de que la verdad es una cualidad absoluta.
El escepticismo del viejo Ben sobre las conexiones objetivas plantea profundas preguntas sobre la naturaleza del conocimiento y la comprensión. Sugiere que las relaciones que establecemos pueden ser producto de nuestra imaginación, lo que indica un dilema filosófico más profundo sobre la realidad y la percepción. Sus reflexiones alientan un examen crítico de cómo interpretamos el mundo y la validez de nuestras ideas.