Ningún libro, por bueno que sea, puede sobrevivir a una lectura hostil.
(No book, however good, can survive a hostile reading.)
En "El juego de Ender" de Orson Scott Card, la narrativa destaca el profundo impacto de la perspectiva en la interpretación de la literatura. La afirmación "Ningún libro, por bueno que sea, puede sobrevivir a una lectura hostil" sugiere que incluso las historias mejor elaboradas pueden verse socavadas por prejuicios negativos o una mentalidad crítica. Esto implica que la actitud del lector juega un papel crucial en cómo se percibe y aprecia un libro.
A través de la lente de esta cita, se anima a los lectores a acercarse a la literatura con una mente abierta. Una lectura hostil o desdeñosa niega la oportunidad de un compromiso significativo con el texto, pasando por alto potencialmente su profundidad y matices. En última instancia, el valor y la relevancia duradera de un libro a menudo dependen no sólo de su contenido sino también de la apertura del público para experimentarlo plenamente.