Al comparar los relatos de Mateo 17 y Apocalipsis 1, es evidente que el Cristo resucitado aún no había logrado una glorificación total antes de su ascensión. Esto se sugiere por el hecho de que aquellos que lo encontraron, como Mary Magdalene y los discípulos en el camino del Emaús, no lo reconocieron de inmediato. Esto indica que su identidad divina no se reveló completamente en ese momento.
Esta noción desafía la comprensión de la glorificación de Cristo, como cabría esperar que un ser totalmente glorificado no sea oculto o no reconocido por sus seguidores. Por ejemplo, cuando Peter y los otros apóstoles lo vieron en la orilla, tampoco discernieron quién era de inmediato. Tales instancias implican un período de transición en la naturaleza de Cristo después de la resurrección, que Randy Alcorn explora en su libro "Heaven".