En el libro "Las cinco personas que conoces en el cielo" de Mitch Albom, el personaje Marguerite reflexiona sobre la naturaleza de los sueños y su importancia para el paraíso personal de uno. Ella sugiere que mientras vive en la tierra, los sueños pueden dar forma a la visión del cielo de un individuo, proporcionando esperanza e inspiración para la vida futura. Sin embargo, en el ámbito del cielo, la necesidad de sueños se disipa, ya que la realidad trasciende las limitaciones y los deseos experimentados en la vida.
Esta perspectiva invita a los lectores a contemplar la relación entre los sueños y la realidad, enfatizando que en el cielo, el cumplimiento supera lo que uno podría imaginar durante su existencia terrenal. La visión de Marguerite significa un cambio del anhelo y la aspiración a una experiencia de integridad total, donde los sueños que una vez guiaron la vida pierden su significado frente a un destino satisfecho.