La cita de "Martes con Morrie" de Mitch Albom refleja la forma en que la cultura moderna prioriza las actividades materiales y las responsabilidades diarias, a menudo a expensas de una contemplación más profunda sobre la vida y el cumplimiento. Las personas se vuelven tan absortos en sus rutinas, como el trabajo, las obligaciones familiares y las presiones financieras, que rara vez se toman el tiempo para reflexionar sobre sus verdaderos deseos y el significado de sus vidas. Este ciclo implacable deja poco espacio para la introspección o la consideración de preguntas significativas con respecto al propósito y la felicidad de uno.