El profesor Dr. Moritz-Maria von Igelfeld a menudo reflejaba lo afortunado que era exactamente quien era y nadie más. Cuando uno hizo una pausa para pensar quién podría haber tenido el accidente de nacimiento no sucedió con precisión como lo hizo, entonces, bueno, uno podría estar francamente horrorizado.
(Professor Dr Moritz-Maria Von Igelfeld often reflected on how fortunate he was to be exactly who he was, and nobody else. When one paused to think who one might have been had the accident of birth not happened precisely as it did, then, well, one could be quite frankly appalled.)
El profesor Dr. Moritz-Maria von Igelfeld a menudo consideraba su identidad y se sentía agradecido por ser él mismo. Él creía que reflexionar sobre los orígenes de uno podría conducir a pensamientos inquietantes sobre los seres alternativos que uno podría haberse convertido en diferentes circunstancias de nacimiento.
En sus reflexiones, reconoció que contemplar el "qué pasaría si" de la vida podría provocar incomodidad, reforzando su aprecio por su propia existencia. Esta introspección ilustra su carácter único y el valor inherente que otorga a su individualidad en el mundo.