En este momento, los científicos están exactamente en la misma posición que los pintores del Renacimiento, encargados de hacer el retrato que el patrón quiere hacer. Y si son inteligentes, se asegurarán de que su trabajo halague sutilmente al patrón. No abiertamente. Sutilmente. Este no es un buen sistema para la investigación de aquellas áreas de la ciencia que afectan la política. Peor aún, el sistema funciona en contra de la resolución de problemas. Porque si resuelve un problema, su financiación termina. Todo lo que tiene que cambiar.
(Right now, scientists are in exactly the same position as Renaissance painters, commissioned to make the portrait the patron wants done. And if they are smart, they'll make sure their work subtly flatters the patron. Not overtly. Subtly. This is not a good system for research into those areas of science that affect policy. Even worse, the system works against problem solving. Because if you solve a problem, your funding ends. All that's got to change.)
En el panorama científico actual, los investigadores a menudo se encuentran trabajando bajo la influencia de fuentes de financiación, similares a los artistas del Renacimiento que atienden las preferencias de sus clientes. Este entorno presiona a los científicos para que produzcan hallazgos que se alineen con los intereses de aquellos que proporcionan fondos, lo que lleva a una manipulación sutil de resultados. Dicha dinámica puede comprometer la integridad de la investigación, particularmente en los campos que afectan las decisiones políticas, donde la verdad objetiva es crucial.
Además, este sistema plantea desafíos para la resolución efectiva de problemas. Cuando los investigadores logran abordar un problema, corren el riesgo de perder el apoyo financiero para proyectos futuros, lo que resulta en un ciclo que desalienta soluciones genuinas. Esta desconexión destaca la necesidad de una reforma para garantizar que la investigación científica pueda progresar sin inhibición, fomentando un entorno donde abordar problemas apremiantes es recompensado en lugar de penalizado.