Los salvajes eran salvajes, pero ¿qué se podía esperar de los hombres civilizados que planeaban una masacre?
(Savages were savages, but what could one expect of civilized men who plotted massacre?)
La cita de "Caddie Woodlawn" de Carol Ryrie Brink refleja un contraste entre los comportamientos atribuidos al salvajismo y la civilización. Sugiere que, si bien aquellos considerados "salvajes" pueden actuar de manera condenable, las acciones de los llamados individuos civilizados pueden ser igualmente reprensibles cuando se involucran en planes de actos de violencia. Esto pone de relieve la hipocresía que puede existir dentro de sociedades que se enorgullecen de su civilización.
Esta perspectiva invita a los lectores a pensar críticamente sobre la moral y la ética en diferentes culturas. Cuestiona el supuesto de que la civilidad equivale inherentemente a la moralidad y cuestiona la verdadera naturaleza del comportamiento "civilizado" cuando conduce a planificar atrocidades. En última instancia, la declaración de Brink provoca un examen más profundo de la capacidad de la humanidad tanto para la violencia como para la compasión, independientemente de las etiquetas culturales.