Las Escrituras son claras que sin santidad, nadie verá al Señor {Heb. 12:14}. Al querer ser relevantes para aquellos que no están en Cristo, podemos estar mostrando más una vida en Adán de lo que podríamos pensar. Esto es mal para el arte de la persuasión en apologética del pacto. Si el cristianismo hace poca diferencia en la forma en que caminamos y hablamos en el día a día, no debemos pensar que habrá alguna razón obvia para que otros quieran considerar una vida en Cristo.23
(Scripture is clear that without holiness no one will see the Lord {Heb. 12:14}. In wanting to be relevant to those who are not in Christ, we may be displaying more of a life in Adam than we might think. This bodes ill for the art of persuasion in covenantal apologetics. If Christianity makes little difference in the way we walk and talk on a day-to-day basis, we should not think that there will be any obvious reason for others to want to consider a life in Christ.23)
Según las Escrituras, la santidad es esencial para ver al Señor, como se indica en Hebreos 12:14. En los esfuerzos por conectarse con aquellos fuera de la fe, los cristianos pueden reflejar involuntariamente comportamientos vinculados a una vida que no se basa en Cristo, lo que socava sus esfuerzos para persuadir a otros hacia el cristianismo. Si la vida cotidiana de los creyentes no demuestra un cambio significativo debido a su fe, se hace difícil alentar a otros a explorar una vida con Cristo.
Esta idea destaca la importancia de vivir la fe de uno auténticamente, ya que influye en la efectividad de la apologética del pacto. La falta de transformación visible en la vida de los cristianos podría llevar a los observadores a cuestionar el valor y la relevancia de la fe cristiana, lo que les hace menos atractivos para ellos buscar una relación con Cristo.