Tenía una mente presbiteriana y un código de moral que se fijó y venció al cerebro de casi todo lo que era agradable de hacer.
(She had a dour Presbyterian mind and a code of morals that pinned down and beat the brains out of nearly everything that was pleasant to do.)
En "East of Eden", John Steinbeck describe a un personaje que encarna una mentalidad rígida y sin alegría, influenciada por estrictas creencias presbiterianas. El estricto código moral de este personaje restringe severamente cualquier disfrute en la vida, lo que lleva a una perspectiva sombría. Destaca cómo tales principios inflexibles pueden suprimir los deseos humanos naturales y la felicidad.
La cita ilustra el conflicto entre la moralidad y la búsqueda del placer. Steinbeck sugiere que una adherencia inquebrantable a un marco ético severo puede sofocar la alegría y la creatividad, disminuyendo en última instancia la riqueza de la experiencia humana. Este tema resuena a lo largo de la novela, a medida que los personajes luchan con sus propios dilemas morales en el contexto de un mundo complejo.