En su libro "Heaven", el autor Randy Alcorn discute las luchas inherentes de la existencia humana, como el pecado, la muerte, el sufrimiento, la guerra y la pobreza. Argumenta que estas aflicciones no son parte de nuestra condición natural, sino que son consecuencias de la rebelión de la humanidad contra Dios. Esta perspectiva destaca un deseo arraigado dentro de nosotros para la restauración y un regreso a un estado idílico, a menudo denominado paraíso.
Alcorn enfatiza el anhelo de un mundo libre de corrupción, donde se experimenta directamente la presencia divina. La noción de caminar y comunicarse con Dios simboliza una existencia ideal, sin marcar por los aspectos negativos de la vida tal como la conocemos. A través de esta exploración, el autor invita a los lectores a reflexionar sobre sus esperanzas de un futuro caracterizado por la paz y la compañía divina.