La soledad es una presunción humana. Cada paso tranquilo es el trueno a la vida de escarabajo bajo el pie, un tira y afloja de hilo impalpable en el compañero de atraer a la web para aparecer y depredador para presas, un comienzo o un final. Cada elección es un mundo hecho nuevo para los elegidos.
(Solitude is a human presumption. Every quiet step is thunder to beetle life underfoot, a tug of impalpable thread on the web pulling mate to mate and predator to prey, a beginning or an end. Every choice is a world made new for the chosen.)
En "Prodigal Summer", Barbara Kingsolver reflexiona sobre la interconexión de la vida. Ella sugiere que la soledad es una ilusión y que cada acción aparentemente tranquila resuena a través del ecosistema, afectando la vida de innumerables seres debajo de nosotros, desde insectos hasta depredadores. Cada paso que tomamos crea ondas que influyen en el delicado equilibrio de la naturaleza, enfatizando que nuestra presencia es significativa incluso en momentos de silencio.
Además, Kingsolver señala que cada decisión tiene peso y consecuencias, transformando nuestro mundo de maneras únicas. Cada opción que uno hace puede conducir a nuevos comienzos o finales, destacando el profundo impacto que las personas tienen en su entorno y entre sí. La idea de que todos estamos interconectados enfatiza la importancia de nuestras acciones en el tapiz de existencia más grande.