En los libros de texto de economía, las funciones del dinero generalmente se describen como una unidad de cuenta, una reserva de valor y un medio de intercambio. Sin embargo, estos textos a menudo pasan por alto un aspecto clave del papel del dinero en la sociedad estadounidense: su función como fuente de entretenimiento. Esta perspectiva destaca que, más allá de sus usos prácticos, el dinero también sirve como una forma de diversión y distracción para los individuos.

Michael Lewis, en su libro "The Money Culture", señala este punto de vista descuidado, lo que sugiere que las implicaciones culturales del dinero se extienden mucho más allá de los simples propósitos transaccionales. El encanto y la emoción asociados con el dinero en Estados Unidos contribuyen a su percepción como una forma de entretenimiento, influyendo en el comportamiento y los valores sociales de maneras significativas.