Las personas más crueles, estrechas y malvadas siempre llegarán al poder porque siempre serán las más dispuestas a envolverse en la bandera creciente y asesinar personas en el nombre de Dios.
(the cruelest, narrowest, most evil people will always rise to power because they'll always be the ones most willing to wrap themselves in the crescent flag and murder people in God's name.)
En "La sombra del gigante", Orson Scott Card explora la inquietante idea de que los individuos más maliciosos suelen ascender a posiciones de poder. Estas personas, impulsadas por su ambición despiadada, están dispuestas a explotar símbolos e ideologías para su beneficio. Al disfrazarse de patriotismo o religión, pueden justificar actos de violencia y opresión, manipulando las creencias de otros para promover sus propios fines.
Este fenómeno pone de relieve un aspecto preocupante de la sociedad humana: que aquellos con las intenciones más oscuras a menudo pueden aprovechar el fervor de la fe o el nacionalismo para lograr sus objetivos. La perspectiva de Card sirve como recordatorio de los peligros que plantean las personas que priorizan su sed de poder sobre la santidad de la vida y los valores que profesan defender.