El primer día después de la fusión, Brad recibió una llamada de una empleada preocupada, que susurró: "Hay un tipo aquí con tirantes caminando con un bate de béisbol en sus manos, dando columpios". Eso resultó ser el CEO de Carlin, Jeremy Frommer, quien, cualquier otra cosa que fuera, no era RBC agradable. Una de las poses de la firma de Frommer era los pies en su escritorio, el bate de béisbol se balanceaba salvajemente sobre su cabeza, mientras que un pobre tipo de zapatilla intentaba pulir sus zapatos.
(The first day after the merger, Brad got a call from a worried female employee, who whispered, "There is a guy in here with suspenders walking around with a baseball bat in his hands, taking swings." That turned out to be Carlin's CEO, Jeremy Frommer, who, whatever else he was, was not RBC nice. One of Frommer's signature poses was feet up on his desk, baseball bat swinging wildly over his head while some poor shoeshine guy tried to polish his shoes.)
El día después de la fusión, Brad recibió una llamada de una ansiosa empleada que informó una vista inquietante: un hombre en tirantes deambulaba con un bate de béisbol. Este hombre resultó ser Jeremy Frommer, el CEO de Carlin. Su comportamiento era un marcado contraste con el entorno educado en RBC, mostrando una actitud más agresiva e impredecible.
a menudo exhibía este comportamiento descarado, incluso balanceando el bate sobre su cabeza mientras descansaba con los pies sobre su escritorio, todo mientras un asistente de sueldo luchaba por pulir sus zapatos. Este incidente destacó el choque cultural entre las dos compañías, enfatizando los desafíos que se adelantaron en la fusión.